¿Hacemos lo que Dios nos pide?

¿Qué puede hacer usted para llegar a ser buen amigo de Dios?

"Si necesitas algo, no tienes más que pedírmelo y puedes darlo por hecho." Seguro que eso no se lo diría a un desconocido o alguien a quien apenas conoce. En cambio, no tendría absolutamente ningún problema en decírselo a un buen amigo, lo cual es lógico, pues todo deseamos ayudar a nuestros amigos y hacer lo que nos pide.

La Biblia nos enseña que Dios tiene la costumbre de hacer cosas para que nosotros disfrutemos más de la vida. Un ejemplo, el rey David, quien era un buen amigo de Dios afirmó: "Muchas son las maravillas que tú has hecho y las consideraciones que nos tienes... son más de las que puedo contar". Pero Dios va más allá, pues hace cosas buenas hasta por quienes ni siquiera lo conocen. Llena por completo sus corazones de alimento y de alegría. 

Dios le gusta complacernos a nosotros, es razonable que nosotros nos esforcemos por complacerlo a él.

¿Qué debemos hacer para agradar a Dios? La repuesta está en la Biblia "No olviden el hacer el bien y el compartir cosas con otros, porque dichos sacrificios le son de mucho agrado a Dios"

Pero eso no es suficiente, la Biblia nos asegura que sin fe es imposible serle de buen agrado a Dios. Un ejemplo fue Abrahán, llegó a ser conocido como amigo de Dios, pero solo después de haber puesto fe en él.

Jesucristo también lo confirmó al decir que para recibir la bendición de Dios es indispensable tener fe . ¿como haría usted cultivar la fe que Dios busca en sus amigos?

Un primer paso sería acostumbrándose a estudiar la Biblia. Así sabrá qué es lo que él pide y podrá agradarlo en todo lo que haga. Si se esfuerza por conocerlo bien y por obedecerlo, su fe crecerá y él se acercará más a usted.

Comunicarse frecuentemente con él mediante la oración y la lectura de la Biblia.

Hacer siempre lo que nos pide.

Cualquier esfuerzo que hagamos por fortalecer nuestra amistad con Dios valdrá la pena, esa amistad nos permitirá disfrutar de muchas bendiciones: confiaremos más en Dios, lo conoceremos mejor y, sobre todo nos compenetramos más con él.

Salmos 40:5  "Muchas cosas has hecho tú mismo; Oh Dios mío, aun tus maravillosas obras y tus pensamientos para con nosotros, no hay nadie que pueda ser comparado a tí. Si me inclinara a informar y hablar de ellos, han llegado a ser más numerosos de lo que yo pueda relatar."

Hechos 14:17  "Aunque, verdaderamente, no se dejó a si mismo sin testimonio, por cuanto hizo bien, dándoles lluvias desde el cielo y épocas fructíferas, llenando por completo sus corazones de alimento y alegría."

Hebreos 13:16  "Además, no olviden el hacer el bien y el compartir cosas con otros, porque dichos sacrificios le son de mucho agrado a Dios."

Santiago 2:23  "Abrahán puso fe en Dios y le fue contado por justicia y vino a ser llamado amigo de Dios."

Juan 14: 1  "No se les perturbe el corazón. Ejerzan fe en Dios, ejerzan fe también en mí."

 

Dios ayúdame a ser humilde y fiel a tu palabra.

La humildad es un ambiente de nuestra transformación interior.La palabra de Dios, es para nosotros un espejo en el cual hemos podido mirar con nitidez las vibraciones del corazón de Dios y las de nuestro propio corazón, en una confrontación constante de nuestra relación con Dios y de nuestra relación con los hermanos.

De esta manera, hemos tenido la oportunidad de asimilar los sentimientos de Jesús, el hombre nuevo, el hijo amado, el verdadero hermano.

Amigos los invito que analicemos la parábola del fariseo y el publicano, para que discernir el verdadero espíritu que anima nuestra oración:

Esta parábola tiene unos destinatarios muy precisos, ayuda a desenmascarar ese "fariseo" que puede asediar continuamente la vida.

Los dos personajes representan dos maneras de estar ante Dios y ante los hermanos, dos maneras de orar, que están en abierta contraposición.

veamos: Lucas 18:9-13

"Pero habló esta ilustración también a algunos que confiaban en sí mismo como justo y que consideraban como nada a los demás; Dos hombre subieron al templo a orar, el uno fariseo y el otro recaudador de impuestos. El fariseo se puso de pie y oraba para sí estas cosas:  Oh Dios, te doy gracias de que no soy como los demás hombres, dados a extorsión, injustos, adúlteros, ni siquiera como este recaudador de impuestos. Ayuno dos veces a la semana, doy el décimo de todas las cosas que adquiero.

Pero el recaudador de impuestos, estando de pie a la distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos hacia el cielo, sino que se golpeaba el pecho, y decía: Oh Dios, sé benévolo para conmigo, que soy pecador" 

Analizamos la oración del fariseo parecía más concentrado en su propio yo, el centro de su oración es él mismo, su autosuficiencia, su vanagloria. Da gracias, no para alabar a Dios, sino para alabarse a sí mismo, condenando y despreciando a los demás. Con Dios es autosuficiente, con los otros es acusador.

Se cree justo porque cumple las leyes, pero está muy lejos del amor de Dios y a los hermanos.

La oración del publicano, su actitud externa, revela el reconocimiento humilde de su pecado, de su propia indignidad ante Dios y un profundo arrepentimiento. el demuestra que el centro de su oración es el Dios de la misericordia que purifica el pecado.

Jeremías 7:16    "Y en cuanto a ti, no ores a favor de este pueblo, ni levantes a favor de ellos un clamor rogativo ni una oración, ni me implores, por que no te estaré escuchando"

Mateo 24:20   "Sigan orando que su huida no ocurra en tiempo de invierno, ni en día de sábado"

Dios, es amor, paz, perdón, fe, luz, verdad, esperanza, unión, liberación.

Estar en paz con mi alma, con el prójimo, con tus seres queridos, con tu ambiente, con tu comunidad, es la felicidad completa.

Agradécele a Dios todos los días, pídele perdón por tus faltas, pídele bendiciones que el te la dará

Todos los días agradécele a Dios por las bendiciones recibidas.

Señor haz de mi un instrumento de tu Paz;

Donde hay odio, ponga yo amor,
Donde hay ofensa, ponga yo perdón.
Donde hay duda, ponga yo fe.
Donde hay tristeza, ponga yo alegría.
Donde hay tinieblas, ponga yo la luz.
Donde hay error, ponga yo verdad.

Donde hay discordia, ponga yo unión.

Donde hay desesperación.....
ponga yo esperanza.

Donde hay esclavitud, ponga yo liberación.

Siempre pide la bendición y la protección de Dios, es un padre piadoso, pídele para que te guíe en su camino, pídele por tu trabajo,tu familia, amigos, por tu comunidad. pídele por que  os dará.

Salmo 43:3

" Envíame tu luz y tu verdad, tu gracia y socorro;

estas me han de guiar y conducir a tu monte santo,

hasta tus tabernáculos"